domingo, 16 de agosto de 2009

El Franelero. (Una colaboración de Óscar de la Garza)

Es común cuestionarnos, sobretodo en esta época de crisis, acerca de la situación económica actual, por qué tanta pobreza, tanta desigualdad, qué ha originado esto, cómo se soluciona, quién tiene la culpa, qué hemos hecho para estar así y qué hemos dejado de hacer.

México es un país que no ha aprovechado al máximo sus condiciones geográficas, estamos entre el Océano Pacifico y el Golfo de México. España por ejemplo, sin tener el territorio mexicano, explota y saca una mayor utilidad a sus playas, una tercera parte de su PIB, es por concepto de turismo. Por otra parte nuestro vecino del norte, los Estados Unidos, es la principal potencia económica y esto podría verse como una ventaja para el país; sin embargo esto ha provocado una dependencia comercial, pasa lo mismo con el petróleo, en economía se considera al petróleo como una “dotación inicial”, es decir, México tiene la fortuna de contar con yacimientos de petróleo, pero también hemos caído en una dependencia, es decir, gran parte de los recursos provienen por la venta del mismo, con lo cual, las finanzas públicas mexicanas dependen de su precio de mercado, entonces cuando el precio está alto nos va bien, pero si cae, bajan los recursos disponibles del gobierno. Recordemos que la crisis del 1982 estuvo relacionada con la caída del precio del petróleo. Otro factor importante en el desempeño económico mexicano es el factor político, a México se le consideró una “autocracia”, es decir, el mismo partido gobernó por más de 70 años. Después, en el año 2000 al cambiar de partido en la presidencia, pasamos a ser un país democrático, sin embargo para muchos expertos con lo que paso en el 2006 hubo un retroceso. Además del efecto de la política, hay factores exógenos que han golpeado a la economía mexicana, tales como: el terremoto del 85, la guerrilla en Chiapas, la influenza, es decir, factores que influyen en el comportamiento de la economía.

Uno de los motores para el crecimiento económico y el desarrollo social es la educación y en este sentido hay muchas áreas de oportunidad, en el 2006 la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) señaló que el principal obstáculo para el desarrollo educativo en México era el SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación), lo cual no es tan sorprendente con tantas anomalías que se han presentado. Tradicionalmente los maestros han jugado un rol político en el país, específicamente en las elecciones federales, tanto que hoy en día tienen su propio partido, por lo cual podríamos pensar que se está perdiendo el objetivo principal, el aprendizaje de los niños y adolescentes del país.

Por último uno de los grandes problemas del país proviene de la generación de la riqueza, por un lado tenemos las actividades productivas que generan valor agregado y por el otro tenemos la apropiación de la riqueza, que no genera un valor agregado. Les pongo un ejemplo, imagínense a un trabajador que va a comer a un restaurante, estaciona su coche en la vía pública y un franelero le cobra 50 pesos por el espacio y por “cuidar” el coche, esta persona ya se apropio de 50 pesos del trabajador prácticamente sin hacer nada, porque la calle es pública, por lo tanto tenemos personas que generan ingresos a cambio de trabajo y tenemos otras que generan ingresos a cambio de prácticamente nada, entonces si sumamos los ingresos de todas las personas que no le dan un valor agregado a la economía, tenemos una economía que mantiene a una gran cantidad de personas, que no ofrecen nada a cambio, es como tener a alguien en nómina, pero que no trabaja.

Ciertamente hay otros factores, como la corrupción, el narcotráfico, entre otras cosas que han limitado y obstaculizado el crecimiento y el desarrollo social en el país mirando hacia atrás, pero si miramos hacia adelante también podemos ver los problemas que se avecinan, por ejemplo el deterioro del medio ambiente. En suma, tanto individualmente como colectivamente, hay que decidir si queremos ser franeleros o trabajadores, si seguimos anteponiendo interés políticos al bienestar social, si queremos seguir siendo tercer mundo o primero, si queremos ser mejores vivir en la mediocridad.

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  • "El Franelero" es una colaboración de Óscar de la Garza, estudiante de Doctorado en Economía.