lunes, 8 de noviembre de 2010

Acerca de los franeleros y viene-viene’s del DF.

Hace unos días salio la noticia de que el gobierno de Distrito Federal pretendía regularizar a los franeleros y viene-viene’s de la ciudad de México. Si, como usted lo escucho. El gobierno pretende credencializar, regular y establecer tarifas de cobro para este grupo de personas que, hace ya varios años se adueño de la calles de la ciudad, y que cobra al usuario de la banqueta, un espacio público (hazme el favor!), por que le cuide el coche. Pues ante esta política lo único que puedo por decir es: Bravo!

No se asuste lector! Mejor déjeme explicarle por que siento que esto es algo bueno y si después de mi exposición no queda usted conforme, lo invito al debate. Esta política ejemplifica claramente lo que significa regular las cosas en nuestra sociedad que son incomodas y nefastas, pero que sin embargo existen y lo hacen por una razón, en lugar de estar deseando que no existieran ó tratar de erradicarlas de manera infructífera.

Existen, y por que razón existen? Los franeleros brindan un servicio que la mayoría preferiríamos que no fuera necesario: el que alguien nos tenga que cuidar el coche cuando lo dejamos en la banqueta. Definitivamente todos estamos de acuerdo con que el fenómeno va ligado problemas más serios como el de la desigualdad, la pobreza, la falta de oportunidades y la inseguridad. Desgraciadamente se han creado las condiciones necesarias para la creación de un nefasto mercado. Por un lado, no queremos dejar nuestro coche solo en la banqueta (por la inseguridad y el pillaje), por el otro hay gente dispuesta a cuidarlo por nosotros. Que es lo que resta? Claramente, que estamos dispuestos a pagarles. Receta perfecta para que comience la maquinaria del mercado.

Que vamos a hacer al respecto? Tenemos un mercado constituido en la informalidad. El Estado puede tratar de erradicarlo con el argumento de que no se le puede cobrar a nadie por usar la vía publica y que los franeleros están fuera de la ley. Esto no resuelve el problema de la inseguridad. En un mundo sin franeleros yo menos quisiera dejan mi coche estacionado en la banqueta. Le robarían los espejos. Los franeleros se juegan su reputación si un coche estacionado en su cuadra es vandalizado. Prefiero que la policía siga persiguiendo a los vándalos que suficiente dolor de cabeza le han de dar y no que además ande persiguiendo a quien se dedique al negocio del franeleo.

Por otro lado podemos regularizarlo. Esto no significa que nos estamos conformando con la existencia de este mercado. Tampoco significa que es deseable o que vamos a dar por sentados los problemas anteriores (como ya habíamos mencionado: desigualdad, pobreza, etc.) y que vamos a dejar de luchar por erradicarlos también. Pero a mi manera de ver las cosas esta es la manera mas inteligente de lidiar con el problema. Primero, divaguemos un poco: si regularizamos el mercado de los franeleros y luego, unos años más tarde (ojala pocos), logramos que nuestra sociedad sea menos desigual, con índices de seguridad mas bajos y con mas oportunidades, cree usted que exista alguien dispuesto a ser un franelero? No verdad. Entonces deje de pensar que por regularizarlos los convertimos en algo normal. Ahora, si el gobierno obliga a las personas que se dedican a esta nefasta tarea a registrarse, crea una base de datos, delimita la zona de trabajo de cada uno y estandariza las tarifas. Acaso no ve usted algo de bueno en esto? Imagine que en el fututo usted llegara a tener un problema con un franelero o con su coche. Imagine que usted descubriera que, con solo darle a la policía pocos datos sobre el incidente está estuviera en facultad de identificar al sujeto, historial, lugar de residencia y toda información que le fuera útil para solucionar el problema. El error cuando se piensan estas situaciones y mercado incómodos es los comparamos con el caso hipotético de que no existieran y no con la realidad.

En conclusión, creo que esto es indicio de que algunas agencias de gobierno en nuestro país están dispuestas a tratar de resolver los problemas de nuestra sociedad con inteligencia y con fuerza bruta como otras. No es algo para celebrar que en nuestro país existan este tipo de mercados, ni este grado de desigualdad, gracias al cual se generan. Pero esto es un gran paso en confrontarlas de manera inteligente.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Apuntes sobre Pedagogía de la Esperanza

de Paulo Freire


La Ideología da forma al Lenguage que utilizamos.

"Los campesinos sabían más que nosotros." Al terminar una jornada de alfabetización.

Enseñar y aprender son tan sólo instantes en un proceso más grande llamado conocer .

Su lenguaje, su forma de contar, sus ideas sobre el mundo, su religiosidad, su conocimiento de la salud, su cuerpo, su sexualidad, su vida, su muerte, el poder de sus santos, sus hechizos mágicos, deben ser respetados.

El deber moral de los educadores es que, en consecuencia con el sueño democrático, respeten a los educandos, y por consiguiente, jamás manipularlos.

Transoformar el lenguaje es parte del proceso de transformación del mundo.

Los momentos que vivimos son instantes en un proceso previamente ignagurado o, de otro modo, ignaguran un nuevo proceso.

Nadie libera a nadie, nadie se libera solo. La humanidad se libera en comunión.

Permancer neutral es estar del lado de los Opresores.