El título, por sencillo que parezca de comprender, es un tema que ha merecido multitud de artículos tanto teóricos como prácticos.
En términos muy sencillos, la distribución del ingreso hace referencia a cómo el ingreso por concepto de salario, rentas, rentas imputadas, etc. están repartidos en una sociedad. Para no hacerla mas larga, la investigación sobre la desigualdad en esta distribución intenta explicar por qué hay muchas personas con poquito ingreso, y poquitas personas con mucho del mismo.
Para explicar este concepto de una forma mas descriptiva y fácil de comprender, haré uso de los datos del Consejo Nacional de Población sobre desigualdad publicados en el año 2000. En promedio entre los municipios que existían en ese entonces (2443), el 20% mas pobre de la población tenia en su poder apenas el 1.14% del ingreso total del municipio, mientras que el 20% mas rico ostentaba en promedio el 65.21%. Sin embargo, en municipios como Bella Vista, Chiapas o Santa Maria Ixcatlan, Oaxaca, este 20% mas rico llegaba tener prácticamente el 100% del ingreso, dejando al 80% de la población restante, en la miseria.
En promedio entonces, la diferencia entre quintiles de ingreso es de 993.30, lo que en términos prácticos quiere decir que en general, la diferencia entre el 20% mas pobre y el 20% mas rico en un municipio promedio es de casi 1000 veces. Hay académicos e investigadores internacionales que opinan que esta diferencia no debería ser mayor de 20 veces, condición que solo cumplían 373 municipios del país y apenas 31 que están por debajo de las 10 veces de diferencia.
¿Qué significa todo esto?
Significa que si el ingreso está muy concentrado, también lo está la población que puede acceder a servicios como educación y salud de calidad. Si el ingreso está muy concentrado, también lo están las oportunidades y entonces no hay movilidad social, lo que en términos coloquiales significa, el que nace pa' maceta, no pasa del corredor, osea, si naces pobre, pobre te quedas.
¿Qué hay que hacer para equilibrar esta distribución?
Muchos piensan que una situación utópica en la que se tomara el ingreso de todos y se repartiera equitativamente sería la mejor. Yo creo que no es cierto, como decía mi abuelo, si hiciéramos eso "a los veinte minutos volvería a haber gente rica y gente pobre". Y tenía razón, lo que en realidad se debe distribuir no es el ingreso, es decir no el factor, por llamarlo de alguna manera "a posteriori. Lo que debe ser re distribuido es la capacidad de generar y reproducir el capital, es decir, el acceso a la educación, salud, especialización, cultura, etc. Más aún, lo que se debe tender a igualar son las oportunidades.
Esa es la palabra mágica, como dice Bourguinon, lo importante no es la decisión que toma el agente económico, lo importante es el conjunto de posibilidades que tiene antes de tomarla. Es decir, ¿qué opciones tiene un niño que nace en la sierra tarahumara o en Las Choapas, Veracruz. Quizá pueda llegar a acceder a algún nivel de educación básica, incluso, quizá la preparatoria... y después?
No digo que la universidad sea para todos ni la solución, digo que después de la preparatoria sí debería haber otra opción educativa que le permitiera a cualquier persona acceder al conocimiento de alguna ciencia o técnica de manera formal que le permita complementar lo aprendido gracias a la experiencia.
Entonces, si logramos igualar este conjunto de posibilidades de elección, ya no podemos culpar al gobierno o al capitalismo de la desigualdad. Desgraciadamente, pareciera que a uno, a otro o a los dos, de alguna manera les conviene esta estructura social.
¿Qué significa todo esto?
Significa que si el ingreso está muy concentrado, también lo está la población que puede acceder a servicios como educación y salud de calidad. Si el ingreso está muy concentrado, también lo están las oportunidades y entonces no hay movilidad social, lo que en términos coloquiales significa, el que nace pa' maceta, no pasa del corredor, osea, si naces pobre, pobre te quedas.
¿Qué hay que hacer para equilibrar esta distribución?
Muchos piensan que una situación utópica en la que se tomara el ingreso de todos y se repartiera equitativamente sería la mejor. Yo creo que no es cierto, como decía mi abuelo, si hiciéramos eso "a los veinte minutos volvería a haber gente rica y gente pobre". Y tenía razón, lo que en realidad se debe distribuir no es el ingreso, es decir no el factor, por llamarlo de alguna manera "a posteriori. Lo que debe ser re distribuido es la capacidad de generar y reproducir el capital, es decir, el acceso a la educación, salud, especialización, cultura, etc. Más aún, lo que se debe tender a igualar son las oportunidades.
Esa es la palabra mágica, como dice Bourguinon, lo importante no es la decisión que toma el agente económico, lo importante es el conjunto de posibilidades que tiene antes de tomarla. Es decir, ¿qué opciones tiene un niño que nace en la sierra tarahumara o en Las Choapas, Veracruz. Quizá pueda llegar a acceder a algún nivel de educación básica, incluso, quizá la preparatoria... y después?No digo que la universidad sea para todos ni la solución, digo que después de la preparatoria sí debería haber otra opción educativa que le permitiera a cualquier persona acceder al conocimiento de alguna ciencia o técnica de manera formal que le permita complementar lo aprendido gracias a la experiencia.
Entonces, si logramos igualar este conjunto de posibilidades de elección, ya no podemos culpar al gobierno o al capitalismo de la desigualdad. Desgraciadamente, pareciera que a uno, a otro o a los dos, de alguna manera les conviene esta estructura social.
